martes, 21 de agosto de 2012

Documental: LA EDUCACIÓN PROHIBIDA.

La escuela ha cumplido ya más de 200 años de existencia y es aun considerada la principal forma de acceso a la educación. Hoy en día, la escuela y la educación son conceptos ampliamente discutidos en foros académicos, políticas públicas, instituciones educativas, medios de comunicación y espacios de la sociedad civil. Desde su origen, la institución escolar ha estado caracterizada por estructuras y prácticas que hoy se consideran mayormente obsoletas y anacrónicas. Decimos que no acompañan las necesidades del Siglo XXI. Su principal falencia se encuentra en un diseño que no considera la naturaleza del aprendizaje, la libertad de elección o la importancia que tienen el amor y los vínculos humanos en el desarrollo individual y colectivo.

A partir de estas reflexiones críticas han surgido, a lo largo de los años, propuestas y prácticas que pensaron y piensan la educación de una forma diferente. "La Educación Prohibida" es una película documental que propone recuperar muchas de ellas, explorar sus ideas y visibilizar aquellas experiencias que se han atrevido a cambiar las estructuras del modelo educativo de la escuela tradicional. 

Más de 90 entrevistas a educadores, académicos, profesionales, autores, madres y padres; un recorrido por 8 países de Iberoamérica pasando por 45 experiencias educativas no convencionales; más de 25.000 seguidores en las redes sociales antes de su estreno y un total de 704 coproductores que participaron en su financiación colectiva, convirtieron a "La Educación Prohibida" en un fenómeno único. Un proyecto totalmente independiente de una magnitud inédita, que da cuenta de la necesidad latente del crecimiento y surgimiento de nuevas formas de educación.


miércoles, 15 de agosto de 2012

- MEMORIAS DE AFRICA -

Africa se está muriendo. Muere de bala y de metralla, por las heridas de las guerras, por la omnipresente violencia. Muere de hambre, de sed, de miseria. Muere de enfermedad, de todas las enfermedades. Muere de explotación y de esclavitud. Muere en patera. Muere de desidia. Muere en silencio. Sencillamente, muere.

Gabriel M. Pérez Alcalá.




miércoles, 1 de agosto de 2012

Reseña: PARADISE LOST_Tragic idol.

De que los ingleses PARADISE LOST están viviendo una segunda juventud, nadie tendría por qué dudar. Pero que a estas alturas, con casi veinticinco años de existencia, continúen demostrando disco a disco ser una de las mejores bandas de Doom-Gothic de la comunidad metalera –casi ya de culto, nos atreveríamos a decir-, menos aún debería cuestionarse. 

Quien haya escuchado Icon y/o Draconian Times sabrá más que de sobra la importancia de esta banda para estos dos géneros, de los que, por cierto, fueron pioneros. Menudo par de reliquias sagradas nos dejaron incrustadas en nuestras mentes, grabadas a sangre y fuego. Pese a haberse afianzado como abanderados de ambos estilos, nunca han pretendido encasillarse, llegando a experimentar con nuevos sonidos a lo largo de su trayectoria musical a modo de reinvención, unas veces más acertadas que otras. Si bien el grupo alcanzó su esplendor a mitad de los noventa tras el lanzamiento de aquellos dos álbumes –hoy en día clásicos indispensables-, continuó evolucionando (voces más limpias, bases más rockeras, mayor protagonismo de los teclados, introducción de efectos electrónicos,…) y adoptando nuevas influencias (entre las cuales ha sido la impronta dejada por el Thrash, y de forma más concreta por METALLICA, la que más ha hecho estragos en su sonido). Sin embargo, el gusto por lo gótico y lo oscuro ha permanecido como su verdadero sello de identidad. De ahí su afán por “volver a las raíces”. 

Si en el 2005 con su disco homónimo ya hicieron un guiño de ojos al regreso a las raíces, desde éste lo que ha ido publicado la banda de Halifax han sido aproximaciones a su época dorada, ganando sobre todo en calidad a nivel de producción; pero ha sido este último trabajo discográfico el que ha supuesto el rendirse ante la evidencia. Tragic Idol, decimotercer álbum de estudio de esta formación británica, puede considerarse una joya bañada en oro, de lo mejor que hemos escuchado durante 2012. Un disco grabado en The Chapel Studios en Lincolnshire y que vio la luz el 23 de abril de este mismo año. Por otra parte, la edición ha quedado a cargo nuevamente de Century Media Records, responsable de las publicaciones de la banda desde 2007. 

El valor de la parte gráfica o ilustrativa de una banda de rock como parte intrínseca e indivisible de su música es ciertamente irreprochable, y más aún cuando se trata de grupos que intentan cuidar todos los aspectos al detalle, desde lo sonoro a lo visual. Ese gusto por cuidar su estética audio-visual de forma minuciosa es muy característico en PARADISE LOST

Por un lado, el grafismo que ha acompañado a la banda siempre ha estado vinculado a ese lado místico, oscuro o gótico de su música. Imágenes cargadas de elementos simbolistas, decadentes y fatalistas. Referencias gráficas apropiadas e inspiradas en el arte de Fin de Siècle. En esta ocasión, el ilustrador parisino Valnoir ha sido quien se ha ocupado de diseñar el packaging de Tragic Idol, sirviéndose de la estética modernista que normalmente utiliza su estudio de diseño para este tipo de ilustraciones musicales. A través de una hermosa cubierta a la manera de las estilizadas imágenes de artistas como Aubrey Beardsley, Valnoir ha conseguido retratar de forma exquisita el contenido sonoro del álbum: una muestra de auténtico decadentismo musical vinculado simbólicamente a la estética de aquella corriente artística, filosófica y literaria de finales del siglo XIX –no deja de ser, al menos, curioso el hecho de que este tipo de creaciones musicales hayan experimentado un cambio de siglo plagado también de acontecimientos relevantes a nivel político, social y económico-. En definitiva, una estética reveladora de las intenciones artísticas y discursivas del grupo que quedan reflejadas en las propias letras de las diez canciones que componen el álbum (conceptos místicos como belleza, amor y muerte siempre han sido capitales en sus composiciones). 

Por otro lado, sería conveniente destacar el tratamiento del disco en lo que a producción se refiere. En este aspecto, la aportación del ingeniero de sonido Jens Bogren ha sido determinante, dejando su labor a la altura de sus anteriores trabajos con bandas no menos importantes como OPETH, KATATONIA, SOILWORK, AMON AMARTH, SYMPHONY X o LEPROUS. De este modo el veredicto no podría ser otro; una grabación impecable que mezcla y recoge con claridad todos los elementos instrumentales y vocales del álbum: riffs contundentes, oscuros, bellas melodías melancólicas, todo unido a ese portento de voz que tiene Nick Holmes, inundan esta pieza para dotarla de una simbiosis entre rabia y tristeza, pero por encima de todo, de honestidad. En esta etapa 2.0, los ingleses no se han vuelto más comerciales ni tan siquiera han edulcorado su música, porque es escuchar como arranca Tragic Idol y sentir escalofríos recorriéndote la espina dorsal de arriba a abajo. 

Solitary one empieza oscuro como la noche, con unas guitarras plomizas obra del señor Greg Mackintosh y la voz mixta grave/limpia de Nick Holmes (pletórico como siempre) junto unos teclados precisos, exquisitos, que le dan ese halo misterioso y gótico intrínseco a la banda. Abandonamos la pesadez metalera para encontrarnos con un tema salvaje. Crucify arranca con un inicio un tanto Doom, para que de nuevo las guitarras de Mackintosh hagan de las suyas a lo largo del tema y donde la vigorosa voz de Nick Holmes desgarra sus cuerdas vocales en cada palabra del tema. Sin más dilación nos zambullimos de pleno en el tercer corte, Fear of impending hell. Con un inicio más pausado, pero sin bajar un ápice su intensidad, la evocadora voz de Nick Holmes te transporta. Un tema alusivo con aires melancólicos, taciturnos. Es turno para el tema que sirvió como carta de presentación del álbum. Estamos hablando de Honesty in death. Un ritmo pesado y contundente, para una canción oscura e introspectiva que trata según palabras textuales del propio Nick, “acerca de cómo la muerte hace humildes a las personas, y lo insignificantes que son los problemas cotidianos. Te hace darte cuenta de lo que realmente es importante la vida”. Destacar también de este tema el videoclip que rodaron para la ocasión, muy acorde con las palabras del frontman de la banda. Llegamos al ecuador del disco de la mano de Theories from another world. Una atmósfera envolvente con un agresivo riff y un doble bombo arrollador dan paso a uno de los temas más vertiginosos y mejores del disco. De nuevo el señor Mackintosh se luce con unas guitarras viscerales, ello perfectamente ensamblado con el resto de la banda. 

In this we dwell arranca de forma sobresaliente y nos viene a confirmar que el trabajo a las guitarras eléctricas por parte de Mackintosh roza la perfección a lo largo del disco. A partir del minuto 2:13 podemos deleitarnos de esa gran labor, qué gozada. El séptimo corte es para To the darkness. Aquí bajan un poco el listón, pero aportando luz y brillo al disco pese al paradójico título de la canción. Por si no teníamos bastante con lo que habíamos escuchado hasta ahora, Tragic idol (el corte homónimo) nos sobrecoge el alma. De acuerdo con Nick Holmes, este tema “trata de la belleza y la inocencia de la juventud. Adorando a otro humano que tiene la misma vulnerabilidad al dolor, al sufrimiento y a la depresión igual que cualquier otra persona pero que, por alguna casualidad, se le ha otorgado el papel de Dios. La adulación corre y hace fea por dentro a la persona, haciéndole creer qué es más importante que los demás, sin darse cuenta de su insignificancia e irrelevancia en el orden del universo.” Ahí es nada. Muchos son los que estando en un pedestal han caído tras esa “máscara” o apariencia definida por el éxito que oculta su insignificancia como seres humanos y les hace vulnerables ante la realidad. Algunos de los ídolos trágicos que abundan en este mundo ya tienen su particular canción. Musicalmente está plagada de riffs pegadizos, con pasajes suaves para llegar a un estribillo algo áspero pero no exento de fuerza. Llegamos casi final del disco. En Worth fighting for recuperan los teclados en algunos fragmentos, mientras que en otros, la atmósfera te envuelve endiabladamente. Sin hacer mucho ruido, es un buen tema. Se cierra el telón de esta nueva masterpiece con The glorious end; valga la redundancia, es un final glorioso de Doom infecundo, por definirlo o etiquetarlo de algún modo. 

Un buen colofón a esta delicatessen de disco, que si bien es cierto muchos seguidores de la banda no nos esperábamos tal magnitud de obra, teniendo como precedente el anterior disco Faith divide us - Death unite us –un trabajo discográfico que musicalmente no estaba para nada mal-. Pero ha sido con Tragic Idol donde parece haber alcanzado su particular cumbre. Escalando, y peleando han llegado a la cima de nuevo, techo que tocaron con Icon y sobre todo, con Draconian Times, pero no conforme con ello, siguieron el camino indagando nuevos sonidos que les han permitido volver en la actualidad a lo más alto de nuevo, y ha sido de la forma más humilde que pueda existir: volviendo a sus orígenes, a sus raíces musicales, ya que a pesar de no haber renegado nunca de ellas, sí que las dejaron aparcadas en algunos discos. Los seguidores de PARADISE LOST estamos de enhorabuena, y esto es motivo para festejarlo con Tragic Idol

Un disco honesto, sincero, exquisito, sólido, honrado, pero sobre todo inspirado, y eso se nota a lo largo y ancho de los diez temas que lo componen. Una obra maestra. 

Y sí, sin descuidar los extras del álbum, los bonustrack de turno son para Ending through changes y para Never take me alive, que no es ni más ni menos que la versión que hacen del éxito de SPEAR OF DESTINY. Podemos encontrarlos en la edición limitada del disco, disponible junto a otros lanzamientos de interés para los amantes de la banda: una publicación en formato vinilo y una preciada fan box para el deleite de coleccionistas. 

Tragic Idol, un disco imprescindible.


Tracklist:

01Solitary one.
02Crucify.
03Fear of impending hell.
04Honesty in death.
05Theories from another world.
06In this we dwell.
07To the darkness.
08Tragic idol.
09Worth fighting for.
10The glorious end. 
11Ending through changes. [Bonustrack
12Never take me alive. [Bonustrack] (Versión de SPEAR OF DESTINY)

Videoclip de "Honesty in Death"

Videoclip de "Fear of Impending Hell"

Making off de "Honesty in Death"

Studio report (Part I)

Studio report (Part II)

PARADISE LOST

NOTA: En el análisis del disco he contado con la inestimable colaboración de Ricardo Martín.