lunes, 30 de enero de 2012

Reseña: AVALANCH_Malefic Tyme: Apocalypse.

Los seguidores de la banda AVALANCH están de enhorabuena. Los asturianos se sumergen su proyecto más ambicioso hasta la fecha y eso que llevan ya unos cuantos años ya a sus espaldas. La banda de Alberto Rionda se ha aliado esta vez con Luis Royo –quien ya se encargó de ilustrar la portada de El ángel caído-, uno de los mejores ilustradores a nivel nacional e internacional para dar formar a este disco conceptual. AVALANCH han creado la perfecta banda sonora para la obra del artista Malefic, el resultado es Malefic Time: Apocalypse, el cual comenzaré a desgranar a continuación.

Lo primero que salta al oído es que todos los temas están compuestos en inglés, lo que ello no significa que esté exento de calidad lírica puesto que me atrevo a decir que Alberto Rionda es uno de los mejores compositores del país. Dicho esto, nos sumergimos de pleno en el universo sonoro de Malefic Time.

Tras una introducción un tanto enreversada obra de Chez García a los teclados, arranca la magia asturiana. Guitarras crudas acompañadas de una voz de Ramón Lage más cruda y dura de lo habitual en el tema que da nombre a la obra. Un perfecto ejemplo de combinación entre la melodía y la crudeza. Baal arranca con Ramón Lage cantado a capella, y en ella apreciamos las grandes y bellas melodías que esta banda es capaz de llegar a componer. Puro sentimiento. El estribillo se adquiere cierta crudeza, pero la melodía se continúa dibujando a lo largo del tema. A continuación, escuchamos La augur. Tema AVALANCH 100%. Arranca con unos escuetos riff de guitarra eléctrica para dar paso al resto de instrumentación. Riffs clásicos, con voces guturales incluidas para dar paso a un estribillo potente con un teclado de fondo que lo amolda y acolcha. Líricamente, el tema trata de una niña que tienes sueños premonitorios. Es turno de Lost in Saint Patrick, un tema instrumental que arranca con unas voces de un coro infantil para dar paso a Alberto, que da rienda suelta a su imaginación y pasión luciéndose con la guitarra eléctrica en estos cuatro minutos que dura el tema. 

In the name of God es uno de los temas que sin hacer mucho ruido, está ahí. Una perla sonora donde Ramón Lage exhibe la versatilidad de su voz, pasando de una voz limpia en ciertas estrofas para vomitar toda su rabia en el estribillo. Unos teclados sinfónicos le dan brío y color al tema, y el duelo de guitarras es acojonante entre Alberto y Dany. En el ecuador del disco encontramos New York Stoner, una de las gratas sorpresas del disco. Una voz, del yanki Tony Almont, que me recuerda inevitablemente al mismísimo Barry White, un vozarrón vaya. Ecos de soul vienen a mi mente. En el estribillo hace aparición Ramón Lage, con su faceta más melosa y dulce. Spread your wings me ha recordado inminentemente a sus mejores composiciones de El ángel caído en cuanto musicalidad, unos ritmos que rememoran el pasado powermetalero de la banda asturiana. El octavo tema, Marduk, es otra jodida sorpresa de este fabuloso disco. Si con La prisión de marfil alucinamos y teníamos vértigo por la velocidad que posee dicho tema, en este es como suelen decir “agarraos, que viene curva”. Un ritmo acojonante durante los escasos tres minutos que dura el tema, dejará a más de uno con la boca abierta. Black/Death Metal en toda regla, con una parte intermedia donde teclados y voces femeninas hacen una breve aparición para, de nuevo, volver al ritmo frenético del comienzo del tema. Unas voces guturales de infarto, con una batería digna de estos estilos. Marco Álvarez, me quito el sombrero. Apocalyptic dream es el segundo tema instrumental de los cuatro que hay repartidos a lo largo del disco. Cinco minutos de pasajes ambientales, acompañados de un bello violonchelo y un teclado como apoyo. El resultado es un tema precioso, finalizando por todo lo alto cual banda sonora épica.

Es turno de Lilith, para mi gusto una delicatesen de tema. Pasajes dulces, donde me vienen a la cabeza (salvando las diferencias, obviamente) a Xana y a Delirios de Grandeza, dos temazos de su época powermetalera. Lilith transpira por los cuatro poros aires de grandeza, con un gran estribillo y una letra para que engañarnos, preciosa. En castellano, este temazo sonaría de fabula. El siguiente tema es Voices from hell que lleva otro ritmo vertiginoso y veloz, con un estribillo demoledor que te machaca el oído una y otra vez con el nombre del tema. Buena interpretación de Ramón Lage a lo largo del tema, mostrándose desquiciado en el estribillo. En cuanto al aspecto musical, es Heavy Metal de toda la vida, algo que muchos fans mas puretas lo añorarán puesto que su cambio de sonido tras El ángel caído no fue muy bienvenido y del agrado de sus fans mas acérrimos. La obra va llegando a su fin, mediante dos temas instrumentales. El primero de ellos es 9th Snake donde a lo largo del mismo nos exhiben las habilidades instrumentistas estos tremendos músicos. El segundo instrumental es Soum’s Death. Un perfecto broche y epílogo para cerrar la obra, una canción melancólica con ritmos orientales.

En resumidas cuentas, la banda sonora perfecta para el cómic homónimo creado por los hermanos Luis y Rómulo Royo. Musicalmente es una mezcla sonora de pasajes de Power Metal, con reminiscencias de Black/Death Metal Melódico y gotas intensas del mejor Metal Progresivo, pero conservando en todo momento la esencia de la banda. Un disco intenso, emotivo, y sobre todo arriesgado. Bien producido e instrumentalmente impecable, sin caer en lo simple y fácil. AVALANCH han puesto toda la carne en el asador y les ha salido rematadamente muy bien, a tenor de los resultados. Una fabulosa presentación.

Se despide este servidor con el estribillo del primer tema: “It’s time to fight, it’s no time to cry, it’s time to hide from the light, hide from the sun. Learning to walk again, learning to love again, learning to die: IT’S MALEFIC TIME.” (Traducido: Es hora de luchar, no es tiempo de llorar, es momento de esconderse de la luz y ocultarse del Sol. Aprende a caminar de nuevo, a amar de nuevo, a morir: es la hora de MALEFIC.).

Y tú, estimado lector metalero, ¿te sumerges en el mundo de MALEFIC TIME: APOCALYPSE?


Tracklist:

01 - Malefic Time: Apocalypse.
02 - Baal.
03 - La Augur.
04 - Lost in Saint Patrick.
05 - In the name of God.
06 - New York Stoner.
07 - Spread your wings.
08 - Marduk.
09 - Apocalyptic dream.
10 - Lilith.
11 - Voices from hell.
12 - 9th snake.
13 - Soum´s death.
Videoclip de "Malefic Time: Apocalypse"

¿Que es Malefic Time?

Resumen actuaciones en Madrid y en Barcelona

AVALANCH

domingo, 15 de enero de 2012

"DIEZ ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN MEDIÁTICA." // De Noam Chomsky.

Artículo redactado por Sylvain Timsit, recogido en Pressenza: ”10 Estrategias de Manipulación” de los medios:

1. La estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.