miércoles, 15 de abril de 2015

"VOY A SEGUIR..." // De Marcela Opazo Castro.

Voy a seguir creyendo, aún cuando la gente pierda la esperanza.

Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.


Voy a seguir construyendo, aún cuando otros destruyan.

Voy a seguir hablando de Paz, aún en medio de una guerra.

Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad.

Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha.

Y seguiré gritando, aún cuando otros callen.

Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas.

Y transmitiré alivio, cuando vea dolor.

Invitaré a caminar al que decidió quedarse y levantaré los brazos a los que se han rendido.

Porque en medio de la desolación, siempre habrá un niño que nos mirará, esperanzado, esperando algo de nosotros, y aún en medio de una tormenta, por algún lado saldrá el sol y en medio del desierto crecerá una planta. Siempre habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría y una mariposa que nos brinde su belleza.

Pero...si algún día ves que ya no sigo, no sonrío o callo, solo acércate y dame un beso, un abrazo o regálame una sonrisa, con eso será suficiente, seguramente me habrá pasado que la vida me abofeteó y me sorprendió por un segundo.

Solo un gesto tuyo hará que vuelva a mi camino. 

¡¡Nunca lo olvides!!


“No vayas por donde el camino te lleve, ve por donde no hay camino y deja tu propia huella.”

K-182#

miércoles, 1 de abril de 2015

"DE LA EDUCACIÓN..." // De Krishnamurti.

¿Cómo descubre usted lo que le gusta hacer? Debe entender que eso puede ser diferente de lo que usted quiere hacer. Usted puede querer convertirse en abogado porque su padre es abogado o porque usted ve que siendo abogado puede ganar más dinero. Entonces no ama lo que hace, porque tiene un motivo que lo impulsa a hacer algo que le rendirá provecho, que lo hará famoso. Pero si usted ama algo, no existe un motivo. Usted no utiliza lo que está haciendo para destacar su propia importancia.

Descubrir cuál es la actividad que uno ama, es una de las cosas más difíciles que hay. Y ello es parte de la educación. Para descubrir usted debe penetrar en sí mismo muy, muy profundamente. Eso no es tan fácil. Usted puede decir, «yo quiero ser abogado» y lucha para serlo; y de pronto descubre que no desea ser abogado. Le gustaría pintar. Pero es demasiado tarde. Usted ya está casado, ya tiene mujer e hijos. No puede renunciar a su carrera, a sus responsabilidades. De modo que se siente frustrado, infeliz. O puede que usted diga, «lo que realmente me gustaría hacer es pintar», y dedica toda su vida a ello, y de pronto descubre que no es un buen pintor, y que lo que realmente quiere es ser piloto.

La verdadera educación no consiste en ayudarles a encontrar carreras; por el amor de Dios, arrojen eso por la ventana. La educación no es un mero acumular informaciones de un maestro, o aprender matemática de un libro, o memorizar datos históricos de reyes y costumbres. La educación consiste en ayudarlos a que comprendan los problemas a medida que surgen, y eso requiere una buena mente una mente que razone, que sea aguda, que no tenga creencias. Porque la creencia no es la realidad. Un hombre que cree en Dios es tan supersticioso como un hombre que no cree en Dios. Para descubrir usted debe razonar, y no puede razonar si ya tiene una opinión, un prejuicio, si su mente ya llegó a una conclusión. Así es que necesita una buena mente, una mente aguda, clara, definida, precisa, sana no una mente que cree, una mente que sigue a la autoridad. La verdadera educación consiste en ayudarlo a descubrir por sí mismo cuál es la actividad que usted ama realmente, con todo el corazón. No importa lo que ello sea, trátese de cocinar o de ser jardinero, pero debe ser algo en lo que usted ha puesto su mente y su corazón. Entonces es verdaderamente eficaz sin volverse brutal. Y esta escuela debe ser un lugar donde a usted le ayuden a descubrir por sí mismo mediante la discusión, el escuchar, el silencio, le ayuden a descubrir para toda la vida, la actividad que usted verdaderamente ama.


Jiddu Krishnamurti