[-_INTERVALOS DE UN SEGUNDO_-]: Reseña: MACHINE HEAD

Abrasadora. Rabiosa. Enérgica. Brutal. Creo que aún me faltan unos cuantos ingredientes para poder describir la vuelta al panorama metalero internacional de MACHINE HEAD. Los californianos son expertos en materia a la hora de sacar nuevo discos en dejarnos anodados, ojipláticos, sorprendidos, y sordos cada vez que editan material nuevo (véase su tremendo debut Burn my eyes o si no, otra perla en su amplia discografía Through the ashes of empire. Pues bien, el séptimo disco no está libre de pecado, Unto the locust es corto en cuanto duración (50 minutos) y canciones (tan solo 7 temas, sin contar los 3 bonustrack de la edición especial) pero nos deja un sabor tremendo de boca, y un mono por verles en directo en su gira de aúpa.

Si el anterior disco The blackening la misma banda lo comparaba con el mismísimo Master of puppets de los METALLICA… este disco no sé con qué lo compararán, pero dejemos las comparaciones a un lado, son odiosas a veces. Rob Flynn es un artista ya consagrado lo mires por donde lo mires. Esto, junto a la estabilidad de la banda sin cambios de formación desde 2004 y el gran tándem que ha hecho junto el otro guitarrista Phil Demmel desde que entrase a la banda, le han dado un plus de energía y mala hostia que queda reflejado en el actual sonido de MH. Sin más dilación, comienzo a desgranar tema por tema este disco.

De entrada, así de sopetón, para abrir el disco los MACHINE HEAD nos sorprenden con una sonata dividida en tres partes en clave de metal. I am hell (Sonata in C#) arranca con Sangre Sani (Blood Saint), con la banda haciendo unos coros a capella repitiendo el titulo de la primera parte de la sonata a modo de intro, cuando de repente el silencio de unos segundos se hace dueño de la pista y arranca la segunda parte con un guitarrazo certero, marca de la casa MACHINE HEAD. I am hell arranca con unos riffs ya de por si vertiginosos y la batería de Dave McClain, ametrallándonos el oído en todo momento, que pegada tiene este tío. Y qué decir de Rob Flynn, cantando a todo trapo con la mala hostia y rezumando esa rabia que le caracteriza, y sacándose un solo de órdago, se le nota que tenían ganas ya de volver pues este tramo de la sonata escupe y sangra mala hostia por los poros. La tercera parte de la sonata Ashes to the sky se inicia con unas acústicas y unos violines sutiles de fondo, en el que incustran un riff que bien podría ser de puro Death Metal para terminar así la sonata. Pero no nos dan tregua a respirar, y nos clavan el segundo tema, Be still and know. Se inicia con unos punteos de Flynn y Demmel, que los irrumpen de nuevo la poderosa voz del mismo Rob Flynn. El tema presenta los MACHINE HEAD más actuales, fuerza bruta y contundencia melódica, y esos solos, joder ¿es qué diablos les falta a estos tíos para ser considerados de los mejores guitarristas del mundo si no lo son ya?

El tercer tema Locust es el tema que nos adelantaron como single del disco, musicalmente sencillo pero no exento de calidad, muy en la onda de los últimos trallazos de MH como Halo. This is the end arranca mansamente con unas dulces guitarras acústicas, hasta que la batería de Adam parte en dos este meloso comienzo, y como no, Rob Flynn a toda hostia. Musicalmente, es un tema muy muy cañero, rápido, a veces casi vertiginoso con un estribillo melódico. En directo, será un pelotazo casi seguro. Darkness within arranca con un sorprendente inicio nunca oído antes en la banda, lento progresivamente guiado por la voz de Rob Flynn hasta que va cogiendo fuerza, donde nos va ofreciendo Flynn y Demmel un abanico de punteos, solos y riffs cojonudos, puede que sea el tema más melódico del disco pero no está exento de su rabia y crudeza. El sexto tema, Pearls before the swine, es de los que más me han sorprendido del disco. Diría que es una clara evolución de los temas de su anterior disco, un peldaño más alto si cabe porque lo reúne todo condensados en este tema, melodía, rabia, crudeza, riff machacones thrash de vértigo, solos de miedo, cojonudo.

Cierra el disco Who we are con uno coro de niños (que luego resultan ser los hijos de Rob Flynn y del productor del disco Juan Urteaga) cantando a capella con unos redobles militares de fondo para dejar paso a la banda que haga lo mejor que sabe hacer, fuerza bruta. El estribillo puramente melódico, con los coros de fondo de Phil Demmel, Adam Duce y el coro de los niños de antes guiados por la voz de Robb Flynn, haciendo una especie cannon. Muy logrado, el resto del tema encontramos de nuevo solos marca de la casa de MH, contundencia en las bases para llegar al estribillo de nuevo, y terminar menudo clímax. Otro pelotazo para el directo.

Ni yo mismo hubiese firmado la vuelta de MACHINE HEAD, con este discazo. Quizá el único pero que le encuentre, es que sea algo corto de duración y, en mi opinión, hubiese incluido algún tema más nuevo porque la banda puede dar muchísimo más de si cuando quiere y eso se ha visto reflejado en este disco, pero esa moda de incluir versiones y temas acústicos que están a la orden del día para rellenar tal vacío, sinceramente cansa. MACHINE HEAD nos ofrecen 2 versiones, muy logradas, eso sí, de los temas de JUDAS PRIEST y RUSH, The sentinel y Witch hunt respectivamente; y la versión acústica de Darkness within.

Nada más por parte de este servidor, solo recomendarlos verlos en directo, son pura fuerza y rabia bruta, de lo mejor que puedas ver en directo hoy en día. A disfrutar con este disco, y ¡¡ Larga vida a MACHINE HEAD!!

Tracklist:

01 - I am hell (Sonata in C#)

I) Sangre Sani.

II) I am hell.

III) Ashes to the sky.

02 - Be still and know.

03 - Locust.
04 - This is the end.
05 - Darkness within.
06 - Pearls before the swine.
07 - Who we are.
08 - The sentinel. [Versión de JUDAS PRIEST]
09 - Witch hunt [Versión de RUSH]
10 - Darkness within. [Versión acústica]