[-_INTERVALOS DE UN SEGUNDO_-]: Reseña: GHOST B.C.

Vuelvo con las pilas cargadas, dispuesto a descuartizar disco metalero que se me ponga por delante y vengo pisando fuerte, con la reseña de un discazo bajo el brazo. Os traigo lo nuevo, recién salido del horno, de los suecos GHOST, bautizados en EEUU por asuntos burocráticos como GHOST B.C. (Before Christ). Si bien es cierto que contando con este nuevo álbum, son dos discos que tienen ya publicados los suecos podemos hablar de una banda profesional que ha llegado para quedarse.

Si Opus eponymous (2010) a más de uno/a nos dejó encandilado, en Infestissumam se confirman mis presagios. Matizar que, a priori, la estética del grupo (sin haberlos escuchado) puede inducirnos a que practican un Black Metal de voz gutural muy característico de los países escandinavos pero nada más alejado que la realidad. Estos suecos recogen con guante de seda el testimonio del mejor del rock oscuro sesentero y setentero (muy en la onda de MERCYFUL FATE, BLACK SABBATH) con un halo de satanismo decadente que queda impregnado en cada nota de sus canciones. Así pues con esta mescolanza simbiótica nos traen otro discazo pese lo dicho anteriormente, pese la juventud de la banda. En cuanto duración del disco roza los 50 minutos, algo corto para mi gusto pero eso no importa cuando tienes el placer de escuchar magnificas composiciones como es el caso. El buen quehacer de Papa Emeritus II (que así se hace llamar el enigmático y misterioso cantante) y de los Nameless Ghouls (no menos misteriosa y enigmática apariencia del resto de componentes de la banda) en las canciones queda reflejado en composiciones con cambios bruscos de ritmo, de velocidad e incluso con coros en latín que quedan ensamblados a la perfección en las composiciones.

Y así arranca el disco, con el tema que le da nombre: Infestissumam (significa algo así como “hostil” en latín), con unos coros de una misa en latín, dignos de de canto gregoriano, preciosos que te atrapan con la primera escucha que de seguido tararearás. Esta potente intro al más puro estilo de grupos de la talla de ERA, o THERION con un brillante solo da paso a un potente riff de guitarra eléctrica. Per aspera ad inferi suena machacón desde el primer acorde, donde la batería se ensambla al riff inicial ofreciéndonos un ritmo contundente. En el segundo tramo de la canción adquiere relevancia el teclado, protagonismo que no perderá durante el resto del disco. La voz de Papa Emeritus II le da ese toque misterioso y oscuro al tema.

El siguiente tema en caer fue el que la propia banda GHOST nos ofreció como anticipo de este segundo disco. En Secular haze el órgano es el que lleva la batuta en todo momento de la canción. Ese ritmo eclesiástico da brillo a una composición que gana mucho tras varias escuchas, donde el accesible estribillo se te quedará grabado a sangre y fuego en tu mente. El temazo monumental Jigolo har Meggido me trasmite y me remite cuasi de inmediato, a las brillantes composiciones de su primer disco. Probablemente uno de de los mejores temas de este disco. En este tema apreciamos el gran contraste melódico que existe entre el teclado y el resto de la banda. Mientras que el teclado le da ese aire tétrico, oscuro y lúgubre, el resto de la composición es animada. Destacar en este tema, la presencia de coros femeninos que le da otro brío al tema del que, ya de por sí, ya posee. Como curiosidad, decir que Meggido es una colina situada en Israel donde (según la Biblia) sucederá el Apocalipsis. Ahí queda eso.

Llegando al ecuador del disco ahora nos adentramos en pasajes más melancólicos. En Ghuleh / Zombie queen apreciamos un piano acompañado de un ritmo sosegado y atmosférico que lleva el compás de la canción. Esta melodía funesta da paso a un solo de guitarra etéreo desembocando en el segundo tramo de la canción, más acelerado y animado que el primero. Un tema llamativo, que a instantes nos recuerda a los GHOST del primer disco. Year zero tal vez sea la joya de la corona, majestuosa como ella sola. Arranca unos coros gregorianos tétricos invocando la figura de Satán en sus diferentes nombres (Belial, Behemoth, Belcebú, Asmodeo, Satanás, Lucifer) dando paso a un ritmo aderezado con sintetizador donde el registro de voz de Papa Emeritus II adquiere sus cotas más suaves desembocando en un intenso y enérgico estribillo. Sin duda, una de las mejores composiciones de estos suecos. Y es que esta canción gana muchos enteros si vemos el videoclip que le corresponde.

Body and blood es un corte más lento pero conservando la esencia rockera, transportándonos al sonido de los setenta donde la voz de Papa Emeritus II adquiere registros más lóbregos. Un tema simple, pero certero. Idolatrine es más movida que la anterior pero que bebe del rock setentero también. Unos coros discretos dan paso a un estribillo apocopado pero contagioso, todo ello aderezado con este ritmete de Rock and Roll.

Llegamos al final disco con el penúltimo tema Depth of Satan’s eyes. Este tema se adentro en paisajes más hipnóticos y Doom. Pone el broche de oro otra joya llamada Monstrance clock, recordándonos incluso en una primera escucha a los primerizos SABBATH y una minúscula pincelada a los THE BEATLES. Ese órgano de fondo acompaña en todo momento al pegadizo estribillo (“come together, for Lucifer’s son”) finalizando con unos coros en cannon dignos de canto gregoriano.

En la edición deluxe como novedad encontramos dos canciones adiciones. Una es La mantra mori, un tema ligero de fácil escucha y la otra canción es I’m a marionette, versión del grupo ABBA. Versión que llevan a su particular terreno y la bordan con creces.

Diez canciones son la excusa perfecta para el regreso de GHOST. Un disco con miras más altas que su predecesor, que estaba más orientado al Hard Rock. En Infestissumam encontramos un abanico colorido de su particular sonido, dándole más peso al teclado, sin perder su identidad propia y personal. Son una banda que no dejan a nadie indiferente y con ellos no valen las medias tintas, te gustan o no te gustan. Y con este segundo disco, Infestissumam, dan un paso de gigante en su prometedora carrera. Lo que no puedes negar es la sorpresa que te llevas cuando los escuchas por primera vez. A mí en particular, GHOST me ha sorprendido bastante especialmente por lo original de su propuesta unido a la capacidad de filtrar en su particular crisol desde sonidos setenteros a sonidos contemporáneos sin perder su esencia. Sonidos setenteros que pocas bandas de hoy en día intentan recuperar y/o emular.

Por cierto, si los mismísimos IRON MAIDEN los han escogido como teloneros en su próxima gira por Latinoamérica será por algo, ¿no? Desde aquí te invito a descubrirlos. Si nos los conoces todavía toma nota, ellos son GHOST. El tiempo dirá si Papa Emeritus II y sus Nameless Ghouls fueron capricho de un día, o son de esos grupos que deberemos tener en consideración de cara un futuro no muy lejano.