viernes, 20 de abril de 2012

Reseña: ANATHEMA_Weather systems.

Desde que Steven Wilson (alma máter de los PORCUPINE TREE), esa deidad musical que ha revolucionado la escena progresiva británica y mundial, irrumpiera en la trayectoria de ANATHEMA como responsable de mezclas de su anterior álbum de estudio We’re here because we’re here (2010), el grupo ha conseguido elevar su talento hacia las cotas más altas de ese complejo y exigente universo que suponen géneros como el rock progresivo, el rock ambiental o incluso el post-rock a los que actualmente se encuentran adscritos. En esta ocasión, la banda ha contado con la colaboración de Christer-André Cederberg para las labores de producción de su nuevo trabajo Weather systems, sin desvincularse de esa acertada y novedosa línea musical que marcaron tanto Wilson como su afiliación al sello discográfico Kscope, especializado en dichos géneros.

El noveno disco de estudio de los británicos ha sido concebido entre su Liverpool natal, en el Norte de Gales y en Oslo durante 2011 –y parte de 2012- para salir a escena a partir del 16 de Abril con el propósito de volver a sorprender a la crítica, y como ya advirtiera la banda en sus declaraciones, con la intención de conmover profundamente al oyente, algo a lo que ya nos tienen acostumbrados si echamos la vista atrás.

De nuevo el artwork ha sido elaborado por el extraordinario ilustrador Travis Smith, quien a través de una portada inspirada visiblemente en las clásicas “floating islands” de Roger Dean, define de forma visual el contenido musical del disco y su revelador título. La climatología y sus cambios de estado se convierten en metáfora de los estados emocionales que determina la música del álbum. Melodías que simbolizan el viaje sonoro de la luz hacia la oscuridad y viceversa. Hablamos así de una obra cargada de paisajes musicales y de atmósferas o ambientes sonoros de extraordinaria belleza y melancolía.

El disco arranca como nunca había oído anteriormente en un álbum de la banda de Liverpool. Unos arpegios acelerados de guitarra acústica dan paso a uno de los temas más emotivos del disco. Es ANATHEMA 100%. Belleza y melancolía, de la que hacen una inmensa solemnidad, van cogidas de la mano en la primera parte de Untouchable. La voz de Vincent Cavanagh te transporta a un mundo de sensaciones donde parece cantar a un ser querido desaparecido: “I’ll never forsake your heart, I’ll never forget your face”. Muy emotiva. La continuación de Untouchable (muy del gusto del grupo esa fragmentación del título de sus canciones) es más pausada y relajada en lo musical, pero no exenta de sentimiento puesto que sigue cantando a ese ser querido tras su partida. Un ritmo in crescendo de piano y orquestaciones de fondo donde primero la voz de Vincent y posteriormente la voz de Lee Douglas, que entra en escena para convertirse en protagonista durante el resto del tema, nos sobrecogen y nos tienen el corazón en un puño cerrado. El resto de la banda se incorpora progresivamente a la canción para ponerle el broche de un modo enternecedor. Sin duda ese dueto que forman Vincent Cavanagh y Lee Douglas, se ha convertido en una marca de identidad del grupo, llegando a ser aún más destacado en este nuevo álbum. Un duelo de voces que desprende teatralidad y emotividad al más puro estilo de los fantásticos proyectos musicales de Arjen Lucassen (Ayreon).

The gathering of the clouds es el tema más corto del disco y probablemente el más intenso. Arranca con una tormenta para irrumpir con fuerza unos acordes de guitarra clásica donde resaltan el juego de voces melancólicas de Vincent y Lee Douglas. Aquí es donde comienzan a surgir vestigios de los ANATHEMA más oscuros. Sin dejarnos tiempo a tomar aire, Lightning song va conquistando nuestro oído con su dulzura. La voz de Lee Douglas suena melosa en esta canción, acompañando unas armonías que aumentan su intensidad hasta conseguir emocionarte. Es la magia de la música, que una canción consiga transmitirte mil y una sensaciones, y en lo que se refiere a ANATHEMA, muchos de sus temas consiguen cautivarte y seducirte. Tal vez el mejor tema del disco junto a Untouchables, culminando un arranque de disco más que sobresaliente, pudiendo consagrarse como un tema perfecto para cerrar el álbum. Un auténtico broche de oro que sin embargo nos conduce al ecuador del disco.

Sunlight arranca manso, con inusitada tranquilidad, para ir cogiendo gradualmente fuerza, a la manera del mejor post-rock (en la onda de SIGUR RÓS, EXPLOSIONS IN THE SKY,…), donde de nuevo las voces de Vincent y Lee Douglas te sobrecogen el alma. Un bello corte donde las guitarras y la batería ganan peso en la segunda mitad del tema, dotándolo de una mayor intensidad. Haciendo una clara referencia al título del álbum y a su leitmotiv, The storm before the calm te mete desde el primer segundo en tensión, como si se estuviera mascando la tragedia y vas viendo cada vez más claro el funesto final. Musicalmente estos seis minutos (de los diez que dura) de la canción esta sumergidos en ornamentos de matices electrónicos, que bien podrían ser de los mismos DEPECHE MODE, o incluso remitir al sonido de los progresivos PURE REASON REVOLUTION, creando ese ambiente misterioso y de tensión al tema. He aquí uno de los síntomas de la experimentación musical de la banda, que no dejan de introducir nuevos sonidos en sus discos. Pasados estos seis minutos, la canción toma otro rumbo, pasando de la tormenta a la calma, hasta alcanzar un sonido más sinfónico, muy característico de su sonido de antaño. La calma representada a través de un estilo más progresivo.

The beginning and the end fue otro de los adelantos que nos ofrecieron los ingleses del álbum. Sin ser una canción compleja como la anterior, también consigue cautivarte. Sencilla, sin rellenos y con un solo increíble de guitarra eléctrica. Adoptan en este trance un sonido más oscuro, más próximo al doom o al gótico que practicaban en lo finales de los noventa (Eternity, Alternative 4, Judgement). En la misma línea oscura, el siguiente tema. The lost child empieza con unos murmullos, y un pasaje musical de bella factura. Parece que estén extraídos de una banda sonora, pero no. Son obra de los ingleses, que en atmósferas se defienden a la perfección. Un piano de fondo acompaña a Vincent donde éste canta con cierta ansiedad, alcanzando un tono épico y trágico cuando grita desgarradamente “SAVE ME, SAVE ME”. Una canción melancólica con rabia contenida que evoluciona hacia un final con orquestación, épico y sinfónico.

Finaliza el disco Internal landscapes; una voz anónima nos introduce al tema, describiendo sus sentimientos a través de palabras que suenan a despedida –el disco parece girar en torno a este personaje-. Este último tema se presupone como un epitafio en el que la música se vuelve enternecedora y las voces brillan con fuerza, tanto la de Vincent como la de Lee Douglas. “I could say that I was peace, I was love, I was the brightness, it was part of my life”; tras estas melancólicas palabras finaliza una canción de belleza descomunal y un sonido ambiental y sosegado, ideal para culminar un disco magistral.

ANATHEMA son así, igual una canción te llena de esperanza, de lo maravillosa que puede llegar a ser la vida o por el contrario, inundarte en la tristeza y desesperación ante la muerte y ante este caos que es vivir. No por ello, quiero decir que lo hagan peor o mejor, simplemente en cualquiera de los casos los ingleses saben cautivarte, seducirte, conmoverte, etc. Saben transmitir mucho con su música y a la hora de la verdad, intentar plasmar esos sentimientos (musicalmente hablando) es difícil y tienen mucho mérito que lo consigan hacer. Es por eso, que este disco es uno de los discos que más ha conseguido tocarme la fibra sensible.

Cierto es que la banda ha evolucionado desde un sonido underground como el Doom o el Death Metal a un estilo más sofisticado como el Rock sinfónico-progresivo, y que últimamente parecen tender hacia melodías más accesibles y comerciales; pero no cabe duda de que han conseguido establecer un estilo muy personal, elaborado con una minuciosidad y un detallismo milimétrico a nivel de producción y de composición que rebosa calidad a raudales.

La tormenta antes de la calma, o la calma antes de la tormenta; en definitiva, dos estados musicales, dos aspectos emocionales representados a través de la música y que representan la vida misma. La luz y la oscuridad. La vida y la muerte. Esto es lo que define a una banda brillante: ANATHEMA.


Tracklist:

01 - Untouchable [Part I]
02 - Untouchable [Part II]
03 - The gathering of the clouds.
04 - Lightning song.
05 - Sunlight.
06 - The storm before the calm.
07 - The beginning and the end.
08 - The lost child.
09 - Internal landscapes.

Videoclip de "Untouchables" [Part I]

ANATHEMA

NOTA: En el análisis del disco he contado con la inestimable colaboración de Ricardo Martín.

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